Pedigree Oro - Club Español del Ratonero Valenciano - CERVA

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EL PEDIGREE ORO


Un proyecto para la normalización de la calidad en las razas caninas
La Real Sociedad Canina de España se reunió con los clubes de raza para presentarlo
El CERVA asistió en representación del Gos Rater Valencià

           Desde hace algún tiempo la R.S.C.E. viene trabajando en esta idea que parece se materializará en poco tiempo y que supondrá cumplir unos requisitos mínimos de salud, carácter, funcionalidad, genética y morfología, para los ejemplares que quieran optar a tener la clasificación de "Pedigrí Oro". La idea que no es nueva y se aplica, con éxito y diferentes versiones en otros países, pronto verá la luz en España. Algunos clubes de raza aplican desde hace tiempo procesos similares para garantizar la calidad en la crianza.

             La necesidad de equiparar los requisitos básicos que se habrían de cumplir en la cría de ejemplares de pura raza por un lado, y el demostrar con pruebas y hechos la preocupación de los criadores responsables para obtener ejemplares sanos, en tipo y con el carácter apropiado a la raza, son razones suficientes para defender un proyecto como este. Sí además se convierte, como debería ser,   en un argumento frente a los detractores de los perros de raza, su viabilidad estaría sobradamente justificada.

               El proyecto fué presentado por Joaquín Cerdeira, profesor en la Facultad de veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y responsable del Comité científico de la R.S.C.E., acompañado del secretario y del presidente de la sociedad,  Benjamín Merino y  Julián Hernández. Al otro lado de la mesa un nutrido grupo de representantes de los clubes de raza. Se había invitado a todos. En representación del CERVA asistió su presidente, Joan Quemades.

               Joaquín justifico la necesidad de poner en marcha un proyecto de este tipo por la necesidad de tener un criterio uniforme a la hora de evaluar la calidad de los ejemplares de pura raza, especialmente de los futuros reproductores y por la necesidad de justificar, ante quienes no lo entienden, o no lo quieren entender, los beneficios de la cría  de perros de raza con ejemplares de calidad contrastada.

               Explicó el trabajo realizado, resaltando que previamente se había contactado con todos los clubes para que hicieran sus aportaciones, para terminar explicando que la finalidad del proyecto era demostrar con pruebas fehacientes, medibles y lo más homogéneas posibles, que los ejemplares poseedores de esa calificación cumplirán unas pruebas  mínimas o básicas de salud, carácter, funcionalidad y morfología, ajustándose al patrón racial. Insistió que el proyecto está abierto para recibir modificaciones o propuestas justificadas, tanto desde el inicio como cuando con el paso del tiempo, las prioridades o la realidad justifiquen cambios en los requisitos de determinadas razas.




                   Los ejemplares que quieran ser incluidos como "Pedigrí Oro", ya que el hacerlo será voluntario, deberán cumplir, como mínimo, lo siguiente: tener una genealogía de tres generaciones al  menos inscritas previamente en un libro oficial, identificación por ADN, obtener un "excelente" en una exposición de punto obligatorio o en la monográfica, aprobar una P.A.N. (prueba de aptitudes naturales) específica o, en su defecto pasar la prueba oficial de sociabilidad de la R.S.C.E.  y por último tener el certificado pertinente de salud  al menos, para las enfermedades que se han determinado (dos por raza).

               Por supuesto las peculiaridades de cada raza hacen que los requisitos sean diferentes y variarán en la forma aunque el fondo sea el mismo. La parte de las pruebas de salud fué la más controvertida ya que se obliga a algunas razas a pasar determinadas pruebas de la que no se presenta especial incidencia. Se dejó claro que las pruebas podrán variar cuando justificadamente así se solicite, para adecuarse mejor a la realidad cambiante de las razas. En el caso del Gos Rater, que surgió en el debate público, no existe, afortunadamente, especial incidencia en enfermedades que hagan recomendable su seguimiento y control, pero aún así se le adjudica una prueba de luxación de cristalino y otra de luxación de rótula, por tener presencia en razas similares. Ha de quedar claro que es una imposición y en ningún caso un problema en la raza y que su justificación es unificar los criterios en este proyecto. En otras razas surgirán otras controversias, pero entendemos que sin un mínimo de requisitos homologables y unificados, el proyecto no tendría la uniformidad necesaria para funcionar.

               La conclusión clara es que el Pedigrí Oro es un proyecto ambicioso y adecuado, que puede funcionar muy bien con la aquiescencia de los implicados y su correcta gestión desde la R.S.C.E., teniendo en cuenta las sugerencias de los clubes y en adaptación constante para reflejar la realidad de las razas en cada momento. Facilitar al máximo el cumplimiento de sus obligaciones y fijar costes asequibles, serán fundamentales para su implantación con éxito.

               Puede convertirse en un argumento para distinguir a los criadores que intentan trabajar bien y a los ejemplares que cumplen mínimos medibles de calidad. De hecho las condiciones de cría de algunos clubes son, en algunos casos, más exigentes que las solicitadas, y por supuesto existen criadores responsables que, por decisión propia, exigen a sus perros muchos más requisitos antes de dedicarlos a la reproducción. Todos estos tendrán con el Pedigrí Oro un método homologable para que su esfuerzo esté reconocido, pudiendo distinguirse de otros menos exigentes o responsables.

           A falta de que se ajusten los últimos detalles, que se informe de los sistemas de realizar las pruebas y de homologarlas, de los costes que supondrá  y en fin, de que se inicie el proceso con las últimas correcciones, la conclusión es que, con las dificultades lógicas de su puesta en marcha y las discrepancias puntuales que seguirán existiendo en función de las diferentes razas, el "Pedigrí Oro" puede ser un proyecto que unifique las requisitos mínimos de calidad, los normalice, los gestione y los haga medibles, de forma general y comparable, permitiendo a quienes los sigan, obtener el reconocimiento a su labor, frente a otros que con criterios subjetivos y no homologados pretendan producir ejemplares sin ningún control.

               Al mismo tiempo la persona a la que se ceda un ejemplar con "Pedigrí Oro" o un hijo de uno de estos ejemplares, se le ofrece de entrada, una mayor garantía para que su perro sea sano y acorde a su raza.

               Si a los requisitos del "Pedigrí Oro" los criadores y propietarios le añaden voluntariamente: títulos reconocidos de campeonatos de morfología, pruebas de trabajo de mayor nivel y más controles de salud; obtendremos un perro de raza  de cualidades indiscutibles y demostradas, por lo tanto un argumento vivo a favor de la cría y tenencia responsable de perros de raza, fácilmente defendible frente a otras opciones.

               El tiempo confirmará el acierto de los objetivos básicos y pulirá las formas de un proyecto que debe ser positivo para todos.

C.R. mayo 2019

 
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